Paciente mujer, de 22
años, consulta el 09/06/12 por presentar dolor lumbar, cervicalgia,
cefaleas frontales y dolores en la eminencia tenar bilateral.
En marzo 2007 se le
hizo resección parcial de intestino delgado y parte del colon, por
enfermedad de Crohn. A pesar de esto, continúa con dolores abdominales y
se le diagnostica colon irritable secundario.
Se efectúa examen
físico de rutina, apreciándose asimetría de rotación de extremidades
inferiores. En la inspección oral se encuentra piercing de lengua.
Al retirarlo se
restablecen las rotaciones y el dolor musculoesquelético disminuye
francamente, y también lo hace la sensibilidad abdominal a la palpación.
Transcurrido un mes desde la consulta inicial, ya no había intolerancia alimenticia ni dolor abdominal.
Transcurrido un mes desde la consulta inicial, ya no había intolerancia alimenticia ni dolor abdominal.
Del análisis de esta
situación se desprende que probablemente nunca tuvo enfermedad de Crohn
y aquí se pueden considerar dos variables en la génesis de sus
síntomas:
1.- Que el piercing
fue puesto justo en la zona del meridiano de estómago de la lengua y por
esta vía afectó la función intestinal.
2.- Que el metal
del piercing, interactuando con las amalgames y el resto de los metales
que usaba, haya creado un galvanismo que afectó al sistema
neuromuscular, produciendo los síntomas dolorosos, tanto
musculoesqueléticos como gástricos.
Es sabido que los
metales en boca generan corrientes eléctricas, hecho que se conoce como
galvanismo, y es causa de múltiples alteraciones especialmente del
sistema nervioso, por lo que es muy probable que muchos pacientes
diagnosticados como enfermedad de Crohn u otros diagnósticos similares, en realidad sean una
manifestación de estas condiciones creada por el uso excesivo de
amalgamas.
Sugiero ver: www.mercurioenlaboca.org
En este diagrama de la acupuntura lingual, se aprecia que el piercing estaba puesto aproximadamente en el área de estómago. |
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